El etnólogo Mariel Griaule (1898-1956) y la antropóloga francesa Germain Dieterlen (1903-1999) se destacaron en vida por una extensa investigación que realizaron del pueblo Dogon en Mali, África, argumentando que poseían conocimientos astronómicos de estrellas invisibles a simple vista, lo que despertó inmediata curiosidad de otros antropólogos.
Según Dieterlen, los Dogon, que habitan en la rivera sur del río Niger, le revelaron que junto a la luminosa estrella Sirius, de la Constelación Can Mayor hay una segunda más pequeña, según reporta Voyager. En la astronomía correspondería a la estrella Sirius B, imposible de ver sin equipos avanzados, por su cercanía a la primera, y por ser una estrella blanca más pequeña.
En el reporte realizado por Eclissia, se destaca que los Dogon incluso conocían a una tercera estrella, próxima a las dos, descubierta solo hace dos décadas, y que sería una estrella roja, descrita por los dogon, como la sede de todas las ánimas.
A su vez a la estrella Sirius B, la llamaban Po Tolo, donde "tolo", significa estrella, y "po", un pequeño cereal que es muy pesado. El cereal, tiene las características de la estrella, una masa muy densa, ya que se trata de una vieja estrella enana blanca.
En algunos textos, algunos autores aventuraron que los Dogon, tiempo atrás debieron tener algún contacto alienígena, por estos conocimientos; sin embargo, también hay quienes sostienen que la astronomía de este pueblo llegó durante la visita de científicos que buscaban ver los eclipses en África.
Sin embargo está la historia de Griaule, quien confesó que le costó casi 15 años lograr la confianza del jefe del pueblo Dogon, con quien luego conversó durante 33 días consecutivos. En esos días, le reveló los conocimientos astronómicos sobre Sirius, Sirius B y otros cuerpos celestes, según el reporte de Voyager.
De acuerdo al relato, durante las conversaciones, el hombre diseñó un círculo que representaba el cosmos, con varios símbolos en su interior, entre ellos Sirius, acompañada de una estrella gemela, señalando que hacía una rotación en torno a la primera en el plazo de unos 60 años. Cuando este viaje se completaba, venía celebrada una fiesta que se destaca por máscaras muy particulares, señala el reporte.
Como Sirius B fue solo descubierta en 1862 y según los antropólogos el conocimiento que tienen los Dogon del Universo viene aún más del pasado, las revelaciones de Griaule despertaron inquietudes.
Actualmente se dice que los primeros conocimientos de los Dogon en la historia vienen del siglo XVI, pero no existen investigaciones detalladas del lugar, la aldea, de sus curiosas casas, y de sus numerosos cementerios.
Según los mismos aldeanos, hay sitios históricos que nunca fueron evaluados, ni identificados en el tiempo. “Con estudios detallados y profundos podremos cambiar todo lo que sabemos, y modificar tesis e hipótesis”, declara el antropólogo Salia Male, al equipo de Voyager.
Algunos Dogon dicen que provienen de Mauritania y otros de Senegal, sin embargo otros creen venir del antiguo Egipto.
“Nosotros sabemos que llegamos en el siglo XVI, exactamente en 1587”, destaca el representante Babou Tembely, al equipo de Voyager, agregando que “el pueblo primero estaba en Egipto, donde se llamaban Asuanqui, hombre de Asuan”. De ahí sale otra hipótesis, que sus conocimientos astronómicos vienen del antiguo Egipto.
En el mismo reporte, Tembely señala que cada año que pasa, las galaxias se están alejando una de otra, que el Sol tiene cinco mil millones de años y en otros cinco mil millones perderá su fuerza.
En las paredes de las rocas que circundan las aldeas de los Dogon hay construcciones en alturas que no se pueden llegar a pie y que no son habitadas actualmente. Estas son parte de otro de los enigmas que rodea a este pueblo, y que los nuevos antropólogos quieren investigar.
Según los aldeanos, ahí habitaba el pueblo de los Telem, hombres que habían adquirido el conocimiento del vuelo.
En sus historias relatan que cuando llegaron los Dogon a instalarse en la rivera, adquirieron muchos conocimientos de los Telem, a los cuales adoran como parte de su religión.
Según la actual población, la creación de los seres vivientes viene del señor del Universo Amma, que generó hijos en la Tierra. Describe además otros seres vivientes llamados Nommo.
Mientras los antropólogos no realicen las investigaciones a fondo, los Dogon y los Telem permanecerán como un enigma, tal como lo refirió en su época Griaule y Dieterlen.
fuente/ La Gran Época
Por cierto recordemos a Platón cuando dijo: “Los Dioses no existen, tan solo son seres poderosos venidos de los mundos lejanos de fuera de la Tierra, el conocimiento de estos hechos y de su intervención en la evolución del hombre, nos hacen libres del miedo que les tenéis sus servidores”
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