En el Golfo de Génova, cerca de las ciudades Cogoleto y Arenzano, fue divisada una manta gigante de dos metros de longitud. La criatura navegaba a lo largo de la costa y fue observada por muchos turistas que se bañaban en esa zona. A pesar de su gran tamaño, las mantas se alimentan de plancton y no son peligrosas para los seres humanos. Tras consultar a veterinarios y biólogos del acuario de Génova, la Guardia Costera de dicha ciudad hizo un llamamiento a los turistas a que permanecieran tranquilos y a no molestar al animal.
Las rayas son parientes cercanos de los tiburones y son unos de los peces más antiguos. Se encuentran en todo el mundo, incluido el Océano Ártico y la costa de la Antártida. Pero si usted quiere ver por sí mismos cómo ‘vuelan’ estos seres bajo el agua, la forma más sencilla de hacerlo es observando las costas de Australia.
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