martes, 17 de julio de 2012

UN MINITELESCOPIO OCULAR RESTAURA LA VISION


Foto Steve Zylius / University Communications

El implante de un pequeño telescopio miniatura oculta puede mejorar la visión en aquellas personas con degeneración macular. Un equipo de oftalmólogos de la Universidad Irvine, en California, han implantado un pequeño telescopio en los ojos de dos pacientes con degeneración macular asociada a la edad, la causa principal de ceguera entre los las personas mayores, que es capaz de restaurar una porción de la visión perdida por causa de la enfermedad. 

El pasado mes de diciembre, Farid Marjan implantó un telescopio de 4 milímetros en el ojo izquierdo de una mujer de 85 años de edad; se hizo lo mismo, esta vez en el ojo derecho, a un paciente de 94 años de edad. La degeneración macular provoca un punto ciego en el centro del campo de visión de una persona. «El telescopio proyecta una imagen sobre una parte no dañada de la retina, lo que permite a los pacientes reconocer caras, leer y realizar las actividades diarias», explican los oftalmólogos. Calidad de vida Los ensayos clínicos demostraron que el implante mejora la calidad de vida del paciente y aumenta su independencia. 

También ayuda a la interacción social, haciendo visibles las expresiones faciales de familiares y amigos. «Hasta ahora, no ha habido ningún mecanismo, médico o quirúrgico, capaz de restaurar esa visión central», explica Farid Marjan. Gracias a este técnica, añade, los pacientes están experimentando una calidad de vida de la que no habían disfrutado en muchos años. Después de la cirugía, los pacientes con implantes deben trabajar con los especialistas de la visión para entrenar a su cerebro para que sea capaz de reconocer las imágenes proyectadas a través del dispositivo. 

 Lo que hay que saber:
¿Qué es la DMAE? Es la principal causa de pérdida severa de visión en los mayores. Afecta a la mácula (dentro de la retina). A medida que avanza reduce la visión central, lo que dificulta tareas como leer, conducir o reconocer rostros. ¿Hay señales de alarma? Es frecuente que el paciente no note síntomas en las primeras fases. De ahí, la importancia del diagnóstico precoz. ¿Qué formas presenta la dolencia? Existen dos formas: la seca, la más habitual, en la que se va atrofiando la mácula, y la húmeda, en la que se produce un crecimiento anómalo de vasos. Esta última se controla con fármacos, mientras que para la forma seca de la enfermedad no existe aún un tratamiento eficaz.

fuente/ABC

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