Una gran parte del Planeta Rojo es capaz de albergar vida, por lo
menos a aquella que no tiene nada en contra de desarrollarse bajo la
superficie, indican científicos australianos.
Normalmente los astrobiólogos emplean otro enfoque, analizando
pequeños territorios del planeta por separado, porque las sondas
enviadas a Marte brindan la posibilidad de estudiar solo diminutas
porciones del terreno.
Sin embargo, Charlie Lineweaver junto con sus colegas de la
Universidad Nacional de Australia, tomaron Marte en su totalidad y lo
compararon con la Tierra.
Los científicos centraron su atención en dos parámetros: la
temperatura y la presión. Según el resultado del estudio, publicado en
la revista Astrobiology, solo el 1% de la Tierra puede ser considerado
“habitable”, mientras que para el Planeta Rojo este valor alcanza el 3%.
La diferencia es que prácticamente toda la zona potencialmente
habitable de Marte está situada bajo la superficie del planeta, ya que
en la propia superficie el agua se evapora debido a la baja presión
atmosférica, sin convertirse en hielo, a pesar de la baja temperatura
del ambiente (-63º C).
A su vez, bajo la superficie de Marte el agua podría existir en una forma líquida,
según suponen los investigadores. Y el calor de las zonas internas del
planeta podría crear condiciones aptas incluso para la existencia de
microorganismos como los terrícolas. La zona de habitabilidad se
extiende a unos 30 kilómetros de profundidad.
Así que, si en Marte existiera una biósfera “subterránea”, su grosor
superaría en seis o siete veces el de la biósfera que existe bajo la
superficie de la Tierra, pues la última se extiende a unos cinco
kilómetros de profundidad y está poblada por quimiolitótrofos,
organismos capaces de utilizar compuestos inorgánicos como sustratos
para obtener energía.
Anteriormente algunos científicos ofrecieron una idea acerca de cómo
Marte llegó a ser lo suficientemente templado para mantener el agua en
estado líquido. Según los especialistas, el dióxido de azufre, que
apareció en el Planeta Rojo como resultado de erupciones de antiguos
volcanes, creó en Marte una concentración de gases de efecto invernadero
similar a la de la Tierra. Dichos procesos en Marte podrían explicar,
al menos parcialmente, cómo surgió en la Tierra el ecosistema que hizo
posible la aparición de la vida.
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/cosmos/issue_33685.html
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