HISTORIAS DE FANTASMAS Y APARECIDOS
Desde tiempos antiguos, Lima ha sido escenario de sabrosas historias
de aparecidos y fantasmas. Ricardo Palma, en sus inmortales “Tradiciones
Peruanas”, da cuenta de ciertos personajes que atemorizaron a la
población e incluso, desencadenaron situaciones de pánico colectivo.
Uno de ellos fue el Encapuchado. Palma menciona que era tal el temor
a este espanto, que los habitantes de “Las Tres veces coronada Villa”
se adormecían muy temprano y se sumergían en sus viviendas, escondidos
tras los muros, para evitar tropezar con este personaje que merodeaba
por calles y solares, aprovechando la tenue luz de los faroles públicos.
El Callejón de San Francisco –dicen las fuentes- era uno de los
lugares preferidos por el Encapuchado. Quienes lo habían visto por ahí,
luego de recuperar el susto, referían que tenía una figura tenebrosa,
vestida con sotana, con la apariencia de un fraile o un amortajado.
Su presencia fue tan fuerte, que algunos aprovecharon su fama para
suplantarlo, como el comerciante asturiano don Gutierre de Ursán, quien
vestido a lo “encapuchado”, la noche del 8 de diciembre de 1658, mató a
puñaladas a quienes habían deshonrado su apellido.
A la presencia del encapuchado, se sumaron historias igual de
extravagantes. La imaginación del limeño, siempre productiva, dio vida a
la viuda negra, al perro del cochero y otras leyendas que se centraron
en personajes salidos de cementerios o muertos en circunstancias un
tanto extrañas, como el caso del cura sin cabeza, quién mantuvo
atemorizados, por mucho tiempo, a los pobladores del distrito del Rímac.
Se cuenta que este sacerdote, de la congregación de Santa Clara,
gustaba sacar camarones del río hablador por las noches, para evitar que
la gente se burlara de él. En una de sus faenas, resbaló y cayó sobre
una piedra puntiaguda que le cercenó la cabeza. A partir de ese día, se
le veía caminar arrastrando los pies, con las manos cruzadas sobre el
estómago, volteando el cuerpo de un lado a otro, como buscando lo que
había perdido.
Contaban las abuelas, entre ellas la mía, que el curita se convirtió
en un gran aliado del cuco, personaje igual de famoso, al que
recurrían los mayores para asustar a los chicos ante alguna travesura o
lograr que obedecieran.
Como sucede con muchas cosas, hoy los fantasmas han evolucionado, y
sus recursos para asustar a los vivos ya no son los mismos… ¿ustedes que
creen?, ¿en verdad existen?… yo no sé.
GRACIAS A : Lita Velasco Asenjo.
Efectoanimas : Los fantasmas no han evolucionado sino la ciudad ha evolucionado y el bullicio nocturno,la iluminacion de calles , monumentos e iglesias impiden que nos percatemos si todavia estan ahi.El mejor ejemplo fue cuando construian la Estacion Central del Metropolitano al hacer las escavaciones motivaron la aparicion de varios espectros y sobre todo el anima de una niña que a obreros y a ingenieros se les aparecio obligandolos a llamar a entendidos para evitar que sigan apareciendo.Aunque la Estacion Central la cierran a las 11 p.m. quizas mas tarde ,quien sabe ,todavia rondan por esa area....
fuente : http://www.peru.com/noticias/sgc/lima/2009/01/18/detalle19887.aspx
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