Ya en Sumeria y Babiblonia se creía en las brujas. También en Grecia y el Antiguo Egipto, así como entre los celtas, siglos antes del cristianismo. En la época romana, por ejemplo, se aprobaron leyes que castigaban la brujería. Durante la Inquisición, cazar brujas era tan entretenido como cazar perdices. En Estados Unidos, todavía hoy se habla en clase de lo acaecido en Salem y la caza de brujas, en la que murieron muchas personas inocentes acusadas de llevar a cabo encantamientos y tener trato con demonios.
Dichos acontecimientos sucedieron en 1692, y los científicos sugieren que en realidad no hubo manifestaciones sobrenaturales sino una intoxicación general a través del pan.
Gran parte de las mujeres acusadas de brujería en Salem presentaban síntomas parecidos: psicosis, alucinaciones, sensación de cosquilleo en la piel, espasmos y tics nerviosos, dolores de cabeza, vómitos y diarrea. Es decir, los mismos síntomas del envenenamiento por cornezuelo de centeno.
El cornezuelo es un hongo que produce sustancias alucinógenas en el centeno y, por tanto, en el pan.
La primera hipótesis sobre esta clase de envenenamiento fue publicada por Linnda R. Caporael en 1976, en un artículo de la revista Science titulado Ergotismo: ¿el demonio suelto de Salem? Abunda en ello el médico Robert S. Borrow en su libro El médico perplejo:[/size]
El documento aporta pruebas convincentes de la coincidencia de los juicios de Salem con una climatología que fácilmente habrían podido producir grandes cantidades de cornezuelo en el centeno, que en aquel tiempo era el cereal con el que se hacía el pan en la comunidad. Cuando los síntomas de la intoxicación empezaron a aparecer, algunos habitantes de Salem, incapaces de darles una explicación racional, recurrieron a lo sobrenatural.
San Antonio es el patrón de los enfermos de ergotismo, una enfermedad transmitida por el “ergot” o cornezuelo de centeno, un hongo parásito del cereal. En sus fases avanzadas el ergotismo provoca la amputación espontánea de los miembros. En dosis menores produce visiones alucinógenas, muchas veces demoníacas. El cornezuelo del centeno es, lo han adivinado, el LSD de la naturaleza. O, mejor dicho, el principio activo del cornezuelo, la ergonovina o ácido lisérgico, es lo que logró sintetizar Hofmann en 1943.
Intoxicaciones masivas de cornezuelo han provocado estados de delirio colectivo y proto-raves multitudinarias, como la que tuvo lugar en localidad alemana de Aachen en 1374 o, más recientemente, en Pont-Saint-Esprit (Francia) en 1951, por una partida de pan infectado de cornezuelo.
CORNEZUELO DEL CENTENO (Claviceps purpúrea).
El rey de los alucinógenos naturales, ya que es la base del LSD.
Popularmente es llamado Ergot, es un hongo negro-violáceo, posee todo tipo de gramíneas y una inusitada complejidad química.
GRACIAS A :@fabitomore
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